Eduardo Pérez Silveira, un salteño que pagó con su vida el haber integrado el MLN, es uno de los agonistas de Gavazzo. Sin Piedad.
A Pérez Silveira, a quienes sus compañeros llamaban "el Gordo Marcos" lo mataron y desaparecieron en 1974 en circunstancias que el libro relata y explica. Tenía 24 años. La última vez que se lo vio fue en el Hospital Militar. Según la versión que da el propio Gavazzo, lo llevaron allí de urgencia porque padecía una crisis respiratoria provocada por una granada de gas que él mismo le tiró dentro del cuartel de Artillería 1, conocido como La Paloma. Otros testimonios establecen, que más allá de la granada, a Pérez Silveira se lo torturó con saña en ese cuartel, donde Gavazzo era el segundo jefe.
Los que leyeron el libro saben también que el Gordo Marcos escribía canciones y poemas. Pero no pudieron leer ninguna de sus obras porque los familiares y amigos entrevistados habían perdido todo registro de aquellos versos.
Sin embargo, hace unas semanas, uno de los amigos de Pérez Silveira, Juan Chiriff, me llamó para darme una noticia: él sí conservaba algunos escritos del Gordo Marcos.
En aquellos años, Chiriff había anotado con lapicera en un cuaderno las composiciones de su amigo. Y hasta hoy ha cuidado de ese cuaderno como un tesoro: "Yo lo admiraba", me dijo. "No porque era guerrillero, sino porque lo quería. Sin ser homosexual, yo amé a ese hombre. Era más que un hermano".
Su testimonio y los poemas encontrados de Pérez Silveira permitirán ampliar la próxima edición del libro. Adelanto aquí tres de ellos que, como todos, son fiel reflejo de una época y del modo de sentir de los jóvenes que se sumaron al MLN.
Como me duele
ay tu ser, en agonía
cómo enfría mi mente,
la tuya, prostituta y madre
todos los instantes
Como me calientan
los vericuetos de tu
fantástica experiencia... paupérrima
y esos seres que creas... al fin
inconcebibles
sus genitales vírgenes
cabezas putrefactas
cómo me duelen
Cómo sufro
los exóticos jardines
que toman forma en ti
y se van en el aire
ideas palidísimas
ornamentadas siempre
de infinitos, lánguidos brazos
y el disfraz
que las cubre
de colores radiantes
y los sombríos rincones
donde a veces te escondes
y tus inmensos ojos
y tu rostro
tan dulce, tan inocentemente irónico
Cómo me revuelvo
cómo me caliento
cómo te conozco
y...
ninguna lágrima
solo una carcajada
y después...
recordar que tus inmensos ojos
nunca vieron
morir un niño
deshidratado,
ni falta de medicamentos
reventar una anciana
ni los "pueblos perdidos"
Recordar
que tus manos suavísimas
nunca escarbaron tierra
ni tocaron la escarcha
ni la bichera de una oveja
ni las tetas de una vaca
ni un pico
ni una pala
ni un torno
ni una fragua
ni un martillo
Recordar
que en los vericuetos de tu mente blanca
no existen torturadores
que revientan los güevos
siembran choques eléctricos
"sueros de la verdad"
disparan por la espalda
maniatan y escupen a la cara
y después se maquillan la propia
para hacer uso
de cualquier pantalla
o carraspean sobriamente
y escupen mierda
en alguna radio,
que lucen sus mejores galas
y adoptan poses
para los fotógrafos
de los grandes diarios
Que pagan con mendrugos
una vida
que reparten tarjetas
para "leche barata"
o "carnet de pobreza"
y dan limosna
Y recordando,
entonces...
ya vislumbro
y comprendo
¡Sé por qué no soportas
a tu hermano guerrero!
¡Cómo te perdono!
...y si es necesario
en seguida te mato!
y después que me juzguen
... ¡si es necesario!!
***
POEMA SIMPLE
Hoy tengo a mi derecha
y frente al mundo,
las dos mujeres
que alguna vez soñé
y que no quise nunca
Y bebiéndome ¡el mundo!
con los ojos
y gastando a conciencia
kilómetros de espacio
bebe todo mi ser
la horrible angustia
de no tener a mi izquierda
y frente al mundo
la única que puedo
compartir a conciencia
kilómetros de espacio
para beber ¡la vida!
con la carne y el alma
***
RUTINA
Ay, de tu voz
delgado estilete
que lastima mis tímpanos...
rutina
Ay, de tu cuchicheo infernal
poderoso boomerang
alado,
que pasa lastimando
y vuelve
Ay, de tu cara lavada
y tu insípida boca
ay de tu corto camino
tu cuerpo incoloro
y tu entraña gomosa
Ay, de tu voz
inmundicia dulzona
que repite incansable
escóndete
tras la buena mentira,
que no te encontrarán
y serás libre
Ay rutina inconsciente
sé que detrás de ti,
está tu muerte,
y sé que te desgarro
si doy un paso al frente
¡¡Y te desgarro y grito!!
...mi triunfo...
a los que estructuraron
tu mansedumbre inconcebible
inerte...
Y si en ellos revives
un poema
entre los labios
tengo...
¡Una hoguera en las manos!
Y si canto, despierto
Y cuando canto, hiero
Y cuando toco, entibio
Y cuando quiero, quemo
Mostrando entradas con la etiqueta Gavazzo. Mostrar todas las entradas
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12.4.17
20.11.16
Gavazzo. Sin Piedad en San José y Maldonado
Gavazzo, Sin piedad fue presentado en las ferias del libro de las ciudades de San José y Maldonado.
En San José, la presentación se realizó el 28 de octubre y estuvo a cargo de Salomón Reyes, guionista y director cinematográfico mexicano radicado en Salto.
"Algunos críticos del libro han dicho que parece un guión de cine, y si me preguntan -yo que estoy más metido en lo audiovisual- el personaje de Gavazzo es un personaje complejo que bien podría ser un personaje de cine", dijo Reyes.
En una exposición que también fue una especie de entrevista en público, Reyes agregó:
"Una cosa que me llama la atención es cómo pudiste mantenerte siempre del lado del periodista, y no convertirte en el interrogador, como él lo era, o en el policía que pudiste ser".
Para el autor mexicano, "el silencio y la mentira están impregnadas en toda la novela (de no ficción). Hay una revoltura de tripas cuando uno lo lee. es escalofriante las narraciones que se hacen. No digo que no haya otros libros que lo hagan, pero éste es un libro en el que hay capítulos fuertes, muy muy fuertes. Y que para la gente que tiene más conocimiento de esos días aciagos, debe ser muy triste y doloroso recordarlos. pero para los que no los tenemos, como es mi caso, me impacta muchísimo la forma como lo haces. Es muy limpia, muy clara, y no te guardaste ningún epíteto, ningún adjetivo. Todo está ahí, como se debe contar. Y eso es una virtud".
Ante el público que se acercó a la feria maragata, Reyes agregó: "Hay gente me que dice que lo leyó de un solo tirón, yo casi estuve a punto de hacerlo. Es realmente muy, muy, interesante la forma en que lo vas narrando, te atrapa, y quieres seguir sabiendo qué sigue, qué sigue. Es novelesco en ese sentido".
La presentación en la feria del libro de Maldonado, el 12 de noviembre, estuvo a cargo de Andrés Rapetti, director de educación de la intendencia local.
"Este libro no me aporta certezas, sino felizmente muchas dudas", dijo el presentador. "Es un período tan jorobado, donde pasó tanto, y donde las Fuerzas Armadas salieron tan magulladas -creo que son las más magulladas de esta historia-, el libro tiene algunos apartados muy valiosos. En ellos el autor incluye testimonios de oficiales y de soldados, de todos los rangos, que estando en los cuarteles en los momentos de mayores apremios, más duros de la represión, donde los detenidos eran masacrados, tuvieron gestos humanitarios".
Rapetti concluyó su exposición citando el testimonio de Martín Castellini, hijo de Eduardo Pérez Silveira -una de las víctimas de Gavazzo según él mismo asume en el libro-, cuya historia es una de las que vertebra la obra: "Para terminar voy a citar palabras del hijo del Gordo Marcos, cuando dice en el libro; la vida es una sola y yo no puedo pasarla sintiendo odio. Claro, es muy fácil decirlo cuando uno lo mira a la distancia, pero creo que es un ideal. Recomiendo especialmente este libro porque nos expone a la peor cara de la especie humana".
Ir a críticas de la prensa y lectores,
En San José, la presentación se realizó el 28 de octubre y estuvo a cargo de Salomón Reyes, guionista y director cinematográfico mexicano radicado en Salto.
"Algunos críticos del libro han dicho que parece un guión de cine, y si me preguntan -yo que estoy más metido en lo audiovisual- el personaje de Gavazzo es un personaje complejo que bien podría ser un personaje de cine", dijo Reyes.
En una exposición que también fue una especie de entrevista en público, Reyes agregó:
"Una cosa que me llama la atención es cómo pudiste mantenerte siempre del lado del periodista, y no convertirte en el interrogador, como él lo era, o en el policía que pudiste ser".
Para el autor mexicano, "el silencio y la mentira están impregnadas en toda la novela (de no ficción). Hay una revoltura de tripas cuando uno lo lee. es escalofriante las narraciones que se hacen. No digo que no haya otros libros que lo hagan, pero éste es un libro en el que hay capítulos fuertes, muy muy fuertes. Y que para la gente que tiene más conocimiento de esos días aciagos, debe ser muy triste y doloroso recordarlos. pero para los que no los tenemos, como es mi caso, me impacta muchísimo la forma como lo haces. Es muy limpia, muy clara, y no te guardaste ningún epíteto, ningún adjetivo. Todo está ahí, como se debe contar. Y eso es una virtud".
Ante el público que se acercó a la feria maragata, Reyes agregó: "Hay gente me que dice que lo leyó de un solo tirón, yo casi estuve a punto de hacerlo. Es realmente muy, muy, interesante la forma en que lo vas narrando, te atrapa, y quieres seguir sabiendo qué sigue, qué sigue. Es novelesco en ese sentido".
La presentación en la feria del libro de Maldonado, el 12 de noviembre, estuvo a cargo de Andrés Rapetti, director de educación de la intendencia local.
"Este libro no me aporta certezas, sino felizmente muchas dudas", dijo el presentador. "Es un período tan jorobado, donde pasó tanto, y donde las Fuerzas Armadas salieron tan magulladas -creo que son las más magulladas de esta historia-, el libro tiene algunos apartados muy valiosos. En ellos el autor incluye testimonios de oficiales y de soldados, de todos los rangos, que estando en los cuarteles en los momentos de mayores apremios, más duros de la represión, donde los detenidos eran masacrados, tuvieron gestos humanitarios".
Rapetti concluyó su exposición citando el testimonio de Martín Castellini, hijo de Eduardo Pérez Silveira -una de las víctimas de Gavazzo según él mismo asume en el libro-, cuya historia es una de las que vertebra la obra: "Para terminar voy a citar palabras del hijo del Gordo Marcos, cuando dice en el libro; la vida es una sola y yo no puedo pasarla sintiendo odio. Claro, es muy fácil decirlo cuando uno lo mira a la distancia, pero creo que es un ideal. Recomiendo especialmente este libro porque nos expone a la peor cara de la especie humana".
Ir a críticas de la prensa y lectores,
3.6.16
Gavazzo. Sin Piedad.
Después de más de dos años de trabajo, se presentó el libro Gavazzo. Sin piedad. La presentación fue radial, realizada en el programa No toquen nada, con el periodista Joel Rosenberg, el politólogo Daniel Chasquetti, y puede escucharse aquí. Lo dicho en los estudios de Océano FM también fue resumido en esta nota del portal 180.
Crítica y reseñas
Crítica en La Diaria.
Crítica en el semanario Brecha: (compartida con autorización).
Reseña en El País.
Entrevistas a propósito del libro:
Con Edmundo y Estefanía Canalda en 2030, en radio El Espectador.
Con Nicolás Lussich, en radio Carve.
Con Efraín Chury Iribarne, en radio Centenario.
Con Gustavo Villa y Luis Custodio en de 8 a 10, radio Uruguay
Con Jorge Traverso, en Tiempo Presente, radio Rural.
Con Álvaro Carballo, en Televisión Nacional
Con Aldo Silva en Fuentes confiables, radio Universal
Con Daniel Figares y Pablo Alfano en Rompkbezas, de radio El Espectador.
Con Elio García Clavijo, en Carmelo Portal.
Con Macunaíma en Emisora del Sur.
Con María Inés Obaldía, en La Mañana en Casa, en Canal 10.
Con Christian Font, Soledad Ortega y Federico Paz, en Buen día Uruguay, Canal 4.
Con Magdalena Herrera, en el portal Ecos.
Contratapa escrita por el periodista Jaime Clara:
Crítica y reseñas
Crítica en La Diaria.
Crítica en el semanario Brecha: (compartida con autorización).
Entrevistas a propósito del libro:
Con Edmundo y Estefanía Canalda en 2030, en radio El Espectador.
Con Nicolás Lussich, en radio Carve.
Con Efraín Chury Iribarne, en radio Centenario.
Con Gustavo Villa y Luis Custodio en de 8 a 10, radio Uruguay
Con Jorge Traverso, en Tiempo Presente, radio Rural.
Con Álvaro Carballo, en Televisión Nacional
Con Aldo Silva en Fuentes confiables, radio Universal
Foto: radio Universal |
Con Daniel Figares y Pablo Alfano en Rompkbezas, de radio El Espectador.
Con Elio García Clavijo, en Carmelo Portal.
Con María Inés Obaldía, en La Mañana en Casa, en Canal 10.
Con Christian Font, Soledad Ortega y Federico Paz, en Buen día Uruguay, Canal 4.
Con Magdalena Herrera, en el portal Ecos.
Contratapa escrita por el periodista Jaime Clara:
Labels:
Derechos humanos,
Gavazzo,
historia reciente,
MLN-T
13.8.12
Paciencia, mucha paciencia
Paciencia, hay que tener mucha paciencia.
El hoy ministro Eleuterio Fernández Huidobro declaró en junio de 2011 que no había leído el libro Milicos y tupas, pero que éste era una "basura".
Por esas fechas, su secretario Roberto Caballero escribió en el diario La República, que el libro era una "infamia", una "mentira rastrera", una "inmundicia", una "cloaca", una "calumnia", una "canallada" y una "bazofia literaria".
Al parecer, Caballero sí había leído una partecita del libro, una decena de páginas que relatan como algunos integrantes del MLN interrogaron y torturaron a empresarios supuestamente corruptos, en conjunto con militares en el cuartel de artillería conocido como La Paloma, en 1972.
Lo que Caballero no decía en su artículo es que ese dato no era una primicia de Milicos y tupas, sino que ya había sido relatado por el tupamaro Juan Pedro Montero en el libro Ecos Revolucionarios (2003), escrito por Rodrigo Vescovi.
Milicos y tupas citaba a Montero y agregaba, entre otros, el testimonio concluyente del contador Carlos Koncke, que había presenciado con sus propios ojos uno de esos interrogatorios conjuntos, en el cuartel de La Paloma.
Aunque nunca he oído nada concreto en contra del contador Koncke, para Caballero yo no había tenido "ética y escrúpulos" a la hora de elegir mis fuentes.
La polémica duró poco, ya que el secretario de Fernández Huidobro en un siguiente artículo citó una carta del tupamaro Juan Pedro Montero en la que admitía lo mismo que dice Milicos y tupas: que un grupo de tupamaros ("menor a cinco personas") había torturado junto a los militares.
Ahí se terminó toda la discusión.
Es estos días, sin embargo, Víctor Hugo Morales ha intentado revivir esa polémica en Argentina. Como hasta ahora no ha podido rebatir una sola línea de Relato Oculto, el libro que documenta sus desmemorias, ha abusado del desconocimiento lógico que los argentinos tienen que aquella etapa de nuestra historia -la tregua entre el Ejército y el MLN en 1972-, para presentar a Milicos y tupas como un loco invento de un periodista "fabulador". Sin el menor escrúpulo periodístico, ha sacado de contexto algunos pasajes del libro y los ha leído por radio sin aclarar que está leyendo testimonios de gente que habla con nombre y apellido, el contador Koncke entre ellos. Por supuesto, tampoco cita el libro de Vescovi, ni la carta de Montero, ni la abundante documentación que existe sobre la tregua entre tupamaros y militares en 1972.
La verdad, no me sorprende.
En cambio, sí me sorprendió una noticia que ayer publicó la prensa: Fernández Huidobro por fin leyó Milicos y tupas. Y no solo lo leyó. ¡Ahora lo cita como prueba para aclarar un crimen de la dictadura: el asesinato de Roberto Gomensoro!
¿Cómo? ¿Cuándo fue que el libro pasó de ser una "basura" a transformarse en referencia?
Fernández Huidobro, en un escrito presentado ante la juez penal Lilián Elhorriburu, cita un pasaje de Milicos y tupas en el cual el contador Koncke relata que, en fechas cercanas a la desaparición de Roberto Gomensoro, un oficial de La Paloma le dijo: "A Gavazzo se le murió un chico, se le pasó de tiempo en el tacho".
¿Cómo? ¿No era que mis fuentes habían sido elegidas sin ética y sin escrúpulos?
Ahora descubren lo valioso del testimonio de Carlos Koncke.
Todavía les falta descubrir algo: en Milicos y tupas el profesor Armando Miraldi cuenta que, el día que lo sacaron del cuartel de La Paloma rumbo a otra unidad militar, el entonces mayor José Gavazzo lo fue a despedir y le dedicó un amenazante saludo. Miraldi anotó la fecha en un diario que llevaba en forma clandestina. Si cotejan la fecha verán que Gavazzo estaba en La Paloma cuando murió Gomensoro, y que no ha dicho la verdad en el juzgado cuando declaró que el no revistaba en la unidad en ese momento.
Es lo que tienen los libros, Fernández Huidobro: hay que leerlos antes de comentarlos.
Ahora, cuando los que decían que Milicos y tupas era una "basura", una "infamia", una "mentira rastrera", una "inmundicia", una "cloaca", una "calumnia", una "canallada" y una "bazofia literaria", lo citan y lo presentan como prueba para aclarar un vil asesinato de la dictadura, otros hacen la misma infame jugada con Relato Oculto: personas como el canciller Luis Almagro, los senadores Rafael Michelini y Mónica Xavier y el músico Jaime Roos, sin pudor y sin vergüenza, descalifican el libro sin haberlo leído, o haciendo como que lo que dice no existiera.
El tiempo volverá a poner las cosas en su lugar.
Solo hay que tener paciencia. Mucha paciencia.
el.informante.blog@gmail.com
El hoy ministro Eleuterio Fernández Huidobro declaró en junio de 2011 que no había leído el libro Milicos y tupas, pero que éste era una "basura".
Fernández Huidobro |
Al parecer, Caballero sí había leído una partecita del libro, una decena de páginas que relatan como algunos integrantes del MLN interrogaron y torturaron a empresarios supuestamente corruptos, en conjunto con militares en el cuartel de artillería conocido como La Paloma, en 1972.
Lo que Caballero no decía en su artículo es que ese dato no era una primicia de Milicos y tupas, sino que ya había sido relatado por el tupamaro Juan Pedro Montero en el libro Ecos Revolucionarios (2003), escrito por Rodrigo Vescovi.
Milicos y tupas citaba a Montero y agregaba, entre otros, el testimonio concluyente del contador Carlos Koncke, que había presenciado con sus propios ojos uno de esos interrogatorios conjuntos, en el cuartel de La Paloma.
Aunque nunca he oído nada concreto en contra del contador Koncke, para Caballero yo no había tenido "ética y escrúpulos" a la hora de elegir mis fuentes.
La polémica duró poco, ya que el secretario de Fernández Huidobro en un siguiente artículo citó una carta del tupamaro Juan Pedro Montero en la que admitía lo mismo que dice Milicos y tupas: que un grupo de tupamaros ("menor a cinco personas") había torturado junto a los militares.
Ahí se terminó toda la discusión.
Es estos días, sin embargo, Víctor Hugo Morales ha intentado revivir esa polémica en Argentina. Como hasta ahora no ha podido rebatir una sola línea de Relato Oculto, el libro que documenta sus desmemorias, ha abusado del desconocimiento lógico que los argentinos tienen que aquella etapa de nuestra historia -la tregua entre el Ejército y el MLN en 1972-, para presentar a Milicos y tupas como un loco invento de un periodista "fabulador". Sin el menor escrúpulo periodístico, ha sacado de contexto algunos pasajes del libro y los ha leído por radio sin aclarar que está leyendo testimonios de gente que habla con nombre y apellido, el contador Koncke entre ellos. Por supuesto, tampoco cita el libro de Vescovi, ni la carta de Montero, ni la abundante documentación que existe sobre la tregua entre tupamaros y militares en 1972.
La verdad, no me sorprende.
En cambio, sí me sorprendió una noticia que ayer publicó la prensa: Fernández Huidobro por fin leyó Milicos y tupas. Y no solo lo leyó. ¡Ahora lo cita como prueba para aclarar un crimen de la dictadura: el asesinato de Roberto Gomensoro!
¿Cómo? ¿Cuándo fue que el libro pasó de ser una "basura" a transformarse en referencia?
Fernández Huidobro, en un escrito presentado ante la juez penal Lilián Elhorriburu, cita un pasaje de Milicos y tupas en el cual el contador Koncke relata que, en fechas cercanas a la desaparición de Roberto Gomensoro, un oficial de La Paloma le dijo: "A Gavazzo se le murió un chico, se le pasó de tiempo en el tacho".
¿Cómo? ¿No era que mis fuentes habían sido elegidas sin ética y sin escrúpulos?
Ahora descubren lo valioso del testimonio de Carlos Koncke.
Almagro |
Es lo que tienen los libros, Fernández Huidobro: hay que leerlos antes de comentarlos.
Ahora, cuando los que decían que Milicos y tupas era una "basura", una "infamia", una "mentira rastrera", una "inmundicia", una "cloaca", una "calumnia", una "canallada" y una "bazofia literaria", lo citan y lo presentan como prueba para aclarar un vil asesinato de la dictadura, otros hacen la misma infame jugada con Relato Oculto: personas como el canciller Luis Almagro, los senadores Rafael Michelini y Mónica Xavier y el músico Jaime Roos, sin pudor y sin vergüenza, descalifican el libro sin haberlo leído, o haciendo como que lo que dice no existiera.
El tiempo volverá a poner las cosas en su lugar.
Solo hay que tener paciencia. Mucha paciencia.
el.informante.blog@gmail.com
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